En qué consiste el alicatado y solado en una vivienda

Si se está pensando en realizar una reforma o en comenzar la construcción de una vivienda es posible que haya que enfrentarse a términos como alicatado y solado. Aunque en un primer momento puedan parecer cosas desconocidas, en realidad todo el mundo sabe lo que es, aunque no lo identificara con ese nombre.

El alicatado y el solado

Ambas son dos técnicas de revestimiento de los muros y suelos de un edificio. El objetivo es el de aislar, eliminar la humedad y ofrecer un embellecimiento estético en la zona donde se instalan.

En concreto, el alicatado se refiere a las paredes y el solado al suelo.

En cuanto al alicatado, existen algunos materiales habituales para este tipo de trabajos como son el azulejo, la piedra o el gres. Cualquier persona que mire a su alrededor podrá encontrar habitaciones con azulejos, piedra o alguno de estos elementos en la actualidad.

El solado cuenta con unos materiales más resistentes para soportar el peso de muebles, las pisadas, los golpes, etc. Suelen utilizarse materiales como el barro o el terrazo, materiales de toda la vida.

Como se trata de materiales que se colocan principalmente por motivos aislantes, como se ha indicado, no es suficiente con utilizar un poco de cemento y colocarlos. Hay que tener cierta experiencia y conocimientos para que la instalación resulte óptima y cumpla con los propósitos técnicos, además de embellecer.

Es por eso por lo que conviene dejar la instalación en manos de profesionales acostumbrados a realizar este tipo de trabajo cumpliendo con todos los requisitos técnicos.

De este modo, el propietario del inmueble se asegurará de que no se producirán problemas en un futuro próximo y podrá disfrutar de su solado o alicatado durante mucho tiempo, así como de todas las ventajas que este tipo de instalaciones ofrecen.